¡¡¡"Esto es la guerra..."!!!

La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnostico falso y aplicar después los remedios equivocados. GROUCHO MARX

martes, 29 de septiembre de 2009

J. Leguina pasó por Orense



«No hay derecho a que el Gobierno diga lo que no piensa o no puede hacer»

Joaquín Leguina ofreció ayer una conferencia en Ourense y reflexionó de manera crítica sobre la política económica de Zapatero.


Lejos de la primera línea, el histórico socialista Joaquín Leguina ofreció ayer una conferencia en Ourense y reflexionó de manera crítica sobre la política económica de Zapatero.

-¿Son las clases medias las damnificadas con la subida del IVA?
-La subida de impuestos siempre la paga la clase media. Desde el momento en que el 90% del IRPF lo pagamos los asalariados, ya está dicho todo. Que el Gobierno diga que van a pagar los ricos no es cierto. No hay derecho a que el Gobierno diga lo que no piensa o no puede hacer.
-Se ha creado una interesante polémica sobre quién es rico y quién no, ¿qué opina?
-El señor Blanco dijo que los ricos son los que ganaban más de 50.000 euros brutos al año. Yo pongo un ejemplo muy sencillo: un chico joven que reciba ese sueldo, le descuentas la Seguridad Social y las retenciones del IVA y le quedan algo más de 30.000 al año. Si se compra una casa buena, le quedan al mes 2.000 euros. ¿Se puede vivir? Sí, pero no es un rico. La demagogia la vemos siempre, pero cuando sale del Gobierno es peor.
-¿Ayuda la supresión de los impuestos del patrimonio o de sucesiones a que los ricos paguen más?
-Con ocasión de la eliminación del impuesto del patrimonio el presidente dijo que bajar los impuestos es de izquierdas y subirlos ahora, también, por lo que podemos concluir que lo que haga él siempre es de izquierdas.
-Con estos mimbres, ¿es posible que el Gobierno saque adelante los Presupuestos con los votos de izquierdas, como es su intención?
-No va a ser posible. Con Izquierda Unida no le da, y tampoco sumando a Esquerra Republicana. Tendrán que ir con el PNV, que pedirá más privilegios y se los darán.
-La ecuación que presenta el PP de que a más impuestos, más paro, ¿es cierta?
-En Suecia hay muchos impuestos y no hay mucho paro. Cuando se está en la oposición hay que dar cierta tolerancia a la demagogia, pero no tanta.
-¿Está desgastado el liderazgo de Zapatero?
-Creo que le pasa como el título de una novela de un japonés, Yukio Mishima, El marinero que perdió la gracia del mar. Las encuestas no son buenas. Todo es remontable en la vida, pero se le han visto demasiadas costuras.
-¿Está Zapatero dejando de lado en exceso a la generación socialista que lo precedió?
-Es la política que le llaman Kleenex, de usar y tirar. Así vamos mal. Nunca he sido partidario de esto.
-¿Es posible crear una alternativa socialista para gobernar en Madrid?
-Es que Zapatero nunca ha ganado en Madrid. Va a ser muy difícil que él los lidere. Los que encabecen las listas tendrían que sacar la cabeza por sí mismos.
La Voz de Galicia, hoy.

domingo, 27 de septiembre de 2009

"Otra coña"...: Hoy en el Alderdi Eguna

Los del PNV, no quieren ser como Aragon, Asturias, Andalucia, Murcia, Extremadura, Valencia,...Ceuta o Melilla.
Nos han "jodi...o...", toma pues no son tontos, solo con el chollo de sus prevendas feudales-fiscales ya les llega para no querer parecerse...
¡Duro con la asimetría de Maragall!
¡Duro con "la nacion es un concepto discutido y discutible" del Rodriguez Z.!.
Y ahora a aprobar los proximos presupuestos con ellos..., aunque no importa si esto falla, ya esta Rajoy, otro que tal, agazapado para la vuelta a la Moncloa de la mano del Mas & Cia... (o sea CIU..-).
¡QUE PANORAMA...".
¿Para cuando el pacto de Estado entre PSOE y PP?, habra que empezar a pedirlo a gritos.

.... Ha advertido de que con el acuerdo entre socialistas y "populares" para dar mantener el Gobierno Vasco estos partidos "van a debilitar Euskadi, van a diluir Euskadi, nos quieren armonizar con el Estado".

Leer noticia completa:

http://www.hoy.es/20090927/mas-actualidad/nacional/urkullu-quieren-euskadi-comunidad-200909271236.html


viernes, 25 de septiembre de 2009

Ricos e Impuestos



Articulo en El Pais (23.09.09) de Arsenio Tazón y Joaquín Leguina, economistas.


Precisamente, el segundo de ellos inaugura el curso de conferencias de la Asociación LPD orensana el proximo lunes 28, en la sala del Ateneo de Orense (c/. Curros Enriquez, 1 - Edificio La Torre) a las 20,30.
http://libertadprogresodemocracia.blogspot.com/

RICOS E IMPUESTOS


Dadas las cotas -en verdad preocupantes- que alcanza ya el déficit público en España, pocos se extrañarían cuando el 20 de agosto el ministro de Fomento, José Blanco, lanzó un globo sonda: “Si es necesario elevar determinados tipos impositivos a los que tienen más renta, habrá que hacerlo”… Y con cierto aroma populista definió a los “ricos” como aquellos que ingresan más de 50.000 euros anuales.
Pero el Gobierno no podrá conocer a todos los que ganan más de 50.000 euros a través del IRPF. ¿Por qué? Porque es un impuesto en el cual el 90% de la recaudación proviene de los asalariados. Son ellos los únicos y verdaderos “paganos”, aportando, aproximadamente, el doble de lo que les correspondería pagar según la Contabilidad Nacional.
Sea como sea, analicemos los ingresos de uno de estos presuntos “ricos”. Se trata de un soltero que tiene un sueldo de 50.000 euros anuales y, una vez descontados impuestos y pagos a la Seguridad Social, dispone de una renta ligeramente por encima de los 35.000. Pero se ha comprado una vivienda y le ha costado 300.000 euros, que ha pagado mediante una hipoteca, cubriendo con ella el 80% del coste de esa inversión inmobiliaria. Pues bien, una vez descontada la mensualidad hipotecaria, a este “rico” le quedarán unos 2.000 euros al mes para darse la gran vida.
Si el Gobierno, en verdad, desea pescar “peces gordos” tendrá que echar las redes en otros caladeros, por ejemplo, entre los sueldos escandalosos que se embolsan algunos ejecutivos. Cantidades que, a menudo, multiplican por más de 1.000 el salario mínimo.
A partir de 4 millones de euros anuales se les podría aplicar un tipo del 50%, impidiendo, además, que la empresa pueda deducir como gasto ese exceso de “generosidad laboral”. Si uno de esos directivos ingresara, pongamos, 10 millones de euros anuales, el Estado recaudaría directamente 4.720.000 euros, además de 1.800.00 a través del Impuesto de Sociedades, al no ser deducible el pago “salarial” por encima de los 4 millones.
En esta misma línea podría modificarse la tarifa del IRPF de los no residentes, así como las reducciones introducidas en las rentas provenientes de los alquileres de viviendas y aumentar, al menos hasta el 20%, el gravamen sobre los rendimientos del capital mobiliario.
Tanto el Gobierno como el PP han asegurado que no piensan mover el Impuesto de Sociedades. Valga la decisión, pero ¿qué hacer con los dividendos no distribuidos (los distribuidos cotizan al 18%)? Los dividendos no distribuidos no cotizan, pero, si van a reservas, aumentan el valor de las acciones, aunque los accionistas no tributan por ello hasta que venden las acciones o se liquida la empresa. La situación podría variar “anticipando” el impuesto y gravando con un 20% los beneficios que se refugian, por ejemplo, en esos fantasmas tributarios llamados Sicav.
En 2007 se introdujo una reforma -que significó un incentivo para las operaciones especulativas- a partir de la cual las plusvalías patrimoniales cotizan al 18%, cualquiera que haya sido el tiempo transcurrido para conseguirlas. Sería, pues, conveniente cambiar la norma, de suerte que las ganancias de ese tipo obtenidas en un periodo menor de un año coticen, si son personas físicas, al tipo que marque el IRPF, y si son sociedades -sea cual sea la forma jurídica de que se revistan- a un tipo del 30%. Incluidas, claro está, las citadas Sicav y los fondos de inversión mobiliarios o inmobiliarios.
Es cierto que el Impuesto sobre el Patrimonio estaba obsoleto y mal regulado, pero a la vista de lo ocurrido, ¿no hubiera sido mejor reformarlo en lugar de eliminarlo? ¿Y qué decir del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones? Las autonomías han hecho de esa capa un sayo. ¿Es ésa la corresponsabilidad fiscal que se predica?
En fin, el Gobierno habla de subir los impuestos indirectos y todo indica que el primer indirecto destinado a crecer será el IVA, pues es difícil resistirse a esa tentación y más con la inflación por los suelos. Mejor sería no tocarlo, pero de hacerlo, habrá de ser levemente. Por ejemplo, dejando como está el tipo más bajo (4%), o aumentándolo medio punto; pasando del 7% al 8% el de los productos correspondientes, y aumentando dos puntos (del 16% al 18%) el tipo más alto. Se obtendría así una recaudación adicional de aproximadamente 4.000 millones.
Pese al reciente incremento de los impuestos especiales (alcoholes y gasolinas), se habla de una nueva subida que, la verdad, no servirá de mucho en términos recaudatorios y lo mismo puede decirse acerca de un posible incremento sobre el consumo eléctrico o sobre ciertas primas de seguros, lo cual -al menos respecto a estos dos últimos- sería muy injusto. También se ha citado -sin concretar- una tasa ecológica, lo cual resulta contradictorio con los incentivos a la compra de automóviles, que son los que más contaminan el aire de las ciudades. Sí se podría crear una tasa de 50 euros anuales (de media) por el uso del automóvil privado, gravando especialmente los vehículos apabullantes, lo cual permitiría recaudar, aproximadamente, 1.400 millones de euros. Este gravamen habría de ser provisional hasta que se regulara con carácter general junto al impuesto (municipal) de circulación de vehículos.
Ante una crisis fiscal comparable -ceteris paribus- a las de Felipe II y con una economía sumergida que, según algunas fuentes, supera el 25% del PIB, no parece temerario sugerir la repetición de una jugada que ya se hizo en los años noventa. Hablamos, claro está, de una “regularización fiscal” que permita incluir en la declaración correspondiente a 2009 el dinero negro proveniente de actividades no criminales, así como aflorar los activos ocultos y eliminar los pasivos ficticios, a los que se aplicaría una tasa en torno al 20%.
Durante el último debate monográfico en el Congreso, en el cual el presidente del Gobierno anunció un incremento impositivo que valoró en 15.000 millones, apenas se habló de cómo reducir el gasto y esto último es, al menos, tan relevante como el incremento de ingresos.
No es preciso ser un lince para descubrir que una parte muy notable de las subvenciones que hoy se otorgan no sirven absolutamente para nada… excepto para engrosar los ingresos de sus perceptores, sean empresas u otras organizaciones. Ya va siendo hora de hacer un balance objetivo acerca del uso y la eficiencia de tantísimo dinero público. Y si, por ejemplo, se quiere subvencionar a los sindicatos y a la patronal, no tiene por qué hacerse a través de unos cursos de formación de dudosas calidad y eficacia. Los fondos para la “formación” debieran ir a la Universidad o a la FP reglada, que falta les hace.
Ya se ha anunciado la eliminación de los 400 euros de reducción que se otorgó a los declarantes del IRPF y sólo a ellos. Lo mismo debiera hacerse con el regalo de los 2.500 euros por bebé nacido en España o, al menos, eliminarlo a partir de ciertas rentas.
En fin, también sería bienvenida una rebaja sustancial de las archimillonarias y nunca publicadas subvenciones que los partidos se otorgan a sí mismos en las Cortes, en los Parlamentos regionales y en los Ayuntamientos. Así darían ejemplo de esa austeridad que sus líderes predican.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

SE PRECISA APOYO



En la pagina ESTA NO ES LA WEB DE UPyD, se ha comenzado una Campaña de solidaridad con los Expedientados en UPyD, que han iniciado sus tramites de querella con esta organización política.
Nosotros no podemos dejar pasar esta oportunidad de resaltarlo, ya que en este grupo orensano se dió uno de los primeros casos de flagrante injusticia con un compañero.
Vamos a plantar cara, por el bien de todos, es imprescindible que lo hagamos, que transmitamos a aquellos que como norma de actuación, frente al diálogo y el debate, imponen el atropello de no importa qué derecho, con tal de culminar sus objetivos, cada vez más personales y menos DE TODOS, que esa actitud es absolutamente incompatible con un partido que se autodefine como transversal y regenerador, que hace bandera de una política diferente y de forma también diferente. En cualquier caso, la vigente Constitución Española dice en su Art. 6º:
"Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos."
Esa dirección que afirma no existen diferencias políticas entre ella misma y aquellos a los que nos denomina como "herejes", con sus actos muy poco se compadece de nuestro Manifiesto Fundacional, impidiendo que podamos defender nuestras ideas ante el Congreso de noviembre.
Frente a los que, con todo su derecho, a la primera presión decide abandonar poniéndole a los autócratas, en bandeja de plata, el objeto del que desean despojarnos –"Nadie se apodera de lo que previamente no has abandonado"– algunos de nosotros preferimos defender los que es nuestro, de todos. Así que, parapetados tras su prepotencia, no nos han dejado otra salida que acudir a los tribunales. Razón por la que abrimos esta cuenta bancaria en la que podréis depositar las cantidades que estiméis oportunas para ayudarnos a sufragar los considerables gastos judiciales.
Muchas gracias a todos por vuestra solidaridad.
Podéis realizar vuestras transferencias a la siguiente cuenta
Entidad: OpenbankCC:
0073 0100 55 0467749046
Titular: Juan Espino Sánchez
ACCEDER A LA PAGINA:

AUGURIOS NEFASTOS Y PROSPECTIVA DE CANIBALISMO‏



Artículo de Josefina Fraile, Simpatizante y activista de UPyD, noafiliada, en "Esta no es la web de UPyD" del 23 de septiembre de 2009 Por su interés y relevancia hemos seleccionado el artículo que sigue para su mayor difusión:
Nos fuimos de vacaciones en julio con una declaración de RD a los medios de comunicación, tras la apertura de expedientes de expulsión a 14 afiliados críticos y la dimisión de Mikel Buesa, en la que negaba cualquier crisis en el partido, alegando que se trataba de una simple enfermedad de crecimiento. Nada anormal. Pero nada puede ser más anormal que en los albores de un “partido nuevo” venido a regenerar la democracia, se ejerza la selección negativa “expulsando a los mejores y promocionando a los individuos mediocres y sin escrúpulos”. Ni que, salvo excepciones, la afiliación del partido haya guardado un silencio vergonzante. Como vergonzante es que quienes tienen la responsabilidad de tutelar un proyecto social, suscrito por más de trescientasmil personas, hayan sustituido la lealtad a ese proyecto y el respeto al votante que nos puso en el Congreso, por el culto a un líder. Anormal es, en fín, que el aspirante a bombero se enamore del fuego y se convierta en pirómano; aunque Freud lo calificaría de edipo irresuelto.
El verano vino bien para bucear en las hemerotecas, alucinar entre las frases de ayer y los hechos de hoy, reflexionar y concluir que el problema de la criatura no es otro que la enfermedad de sus dirigentes. Grave por cierto, porque deriva en la pérdida de memoria, de conciencia, en la perversión del pensamiento, del lenguaje y por ende del comportamiento. Eso explica que se siga errando de cara a la organización del próximo congreso, especialmente en lo relativo al reglamento regulador, al margen de la legalidad. Todo sumado, hizo que este verano también sirviera para poner en perspectiva las dudas entre salvar el partido o salvar el proyecto, y si esa salvación puede venir con las suficientes garantías por parte de quien ha ocasionado la debacle. Con dolor, las posturas se van alineando hacia el convencimiento de que esto no tiene arreglo y de que por encima de todo es preciso salvar el proyecto; con otro nombre y otras gentes. Ello no quita para que se haya organizado un movimiento de resistencia con el fin de plantar cara en un congreso viciado de antemano. Saben que más importante que ganar un debate nulo, es recuperar su autoestima, denunciando el fraude del que se ha sido objeto. Además, no es solo cuestión de salud mental, responsabilidad, coherencia y respeto hacia el manifiesto que suscribieron, sino también de pedagogía democrática, destinada a afiliados, partidos y líderes políticos. ¡Bravo por todos ellos!.
Acabar de leerlo:
Josefina Fraile Simpatizante y activista de UPyD, no afiliada
PROSPECTIVA DE CANIBALISMO
Luis Bouza-Brey (23-9-09, 18:30)
¡Magnífico artículo de Josefina Fraile! Sólo quisiera añadirle que unpartido en el que se han extirpado los valores y los creadores deideas queda reducido a novatos despistados y ambiciosos interesados.Con los primeros es muy difícil, por no decir imposible, crear poderlocal, mientras que los segundos comenzarán pronto a devorarse entresí en un partido en el que los trofeos a repartir serán escasosdurante algún tiempo. El panorama que se presenta es el de uncanibalismo generalizado que aumentará las fisuras y bajas,produciendo un ambiente todavía más caótico que el actual.
Las imágenes que se forman en los cursos de agua; los círculos deaceite en los vasos; los dibujos de las nubes; los intestinos de lasgallinas, y la posición de los huesos de conejo al lanzarlos sobre unaplataforma de caucho, no hacen más que producir augurios nefastos.Rosa Díez debería comenzar a preocuparse y consultar arúspicesindependientes.

martes, 22 de septiembre de 2009

UPyD Vasco.



Dirigentes vascos critican la falta de participación en UPyD

Acusan a la dirección política de querer cambiar la filosofía del partido y exigen al equipo de Rosa Díez que les escuche.
«Muchos nos sentimos engañados y defraudados», afirma San Vicente
La «crisis» interna que azota a Unión Progreso y Democracia en diferentes comunidades ha llegado también a Euskadi. Cuando apenas quedan nueve días para que la formación cumpla sus dos primeros años de actividad, militantes críticos con la dirección del partido, entre los que figuran las dos cabezas de lista de UPyD por Vizcaya y Guipúzcoa en las pasadas elecciones autonómicas, Lydia Brancas y Maleni San Vicente, han puesto por escrito sus discrepancias respecto a la manera en que actúa el equipo de Rosa Díez.
Estos dirigentes han presentado dos enmiendas a la totalidad al proyecto que defenderá la Ejecutiva en el próximo congreso de la formación, que se celebrará el 20 de noviembre, y han suscrito una tercera en apoyo al sector crítico de Madrid, en la que se exige la anulación de todos los expedientes abiertos «injustamente» contra distintos compañeros del partido.
Las aguas bajan revueltas desde el pasado mes de marzo, cuando, según denuncian desde el sector crítico vasco, la dirección empezó a variar su rumbo, trastocando «cosas demasiado sustanciales» del manifiesto fundacional de UPyD.
En apenas cinco meses, la formación ha sufrido la marcha de Mikel Buesa, la renuncia del coordinador en Andalucía y la apertura de expedientes disciplinarios a una quincena de militantes por arremeter abiertamente contra la actual Ejecutiva. Quienes discrepan en Euskadi aseguran no cuestionar el liderazgo de Rosa Díez, pero reprochan a la dirección política de la formación que «tome decisiones sin ningún tipo de debate participativo» y que las únicas salidas que se encuentren aquellos con una opinión contraria a la línea oficial sean «dejar el partido o ser expedientados», denuncia Rodolfo Laiz, uno de los fundadores de la formación en el País Vasco.
Pese a la destacada trayectoria seguida por UPyD desde su debut en el panorama político -cuenta con representación en el Congreso de los Diputados y en los parlamentos vasco y europeo-, la resaca post-electoral ha sacado a la luz las divergencias que existen en el seno de la formación. Maleni San Vicente advierte que muchas personas «nos sentimos engañadas y defraudadas» al ver que, tras los buenos resultados obtenidos en las urnas, «lo que se pretende hacer es cambiar la filosofía del partido». La que fuera cabeza de lista por Guipúzcoa en los comicios autonómicos asegura que seguirán luchando «al menos hasta el congreso» de noviembre. «Nuestro objetivo es ser constructivos», afirma.
Expedientes en curso

Los críticos acudirán al Palacio de Congresos de Madrid con dos enmiendas a la totalidad del proyecto abanderado por la dirección. La primera hace referencia a los estatutos y la organización del partido, y la segunda a la ponencia política. En ellas, defienden que el manifiesto fundacional, obra del filósofo Fernando Savater, se desarrolle por vías «democráticas» e instan a la dirección a funcionar «de una manera más participativa». «Unión Progreso y Democracia nació con vocación de no ser un partido como los demás, donde unos pocos mandan y muchos otros obedecen», recuerdan. De no ver satisfechas hasta cierto punto sus demandas, no descartan abandonar la formación.
Además, el sector crítico vasco se ha sumado, asimismo, a la propuesta remitida por los 'disidentes' de Madrid, en la que se exige anular los expedientes disciplinarios en curso y a establecer un plazo de un mes desde la aprobación de los estatutos para que los militantes que dejaron el partido puedan reintegrarse.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Todos por un igual... de mal en peor sin distinción.

Y lo mas lamentable es que los nuevos que presumen de llegar a cambiar las cosas (C´s - UPyD), con la boca llena de Regeneración, de listas abiertas..., terminen como van... a la deriva, mas aguda que la de los veteranos.

Hoy en La Región de Orense:

Prohibido pensar (y decirlo)
Consuelo Sánchez-Vicente



Los partidos políticos le han cogido gusto a hacerse trampas en el solitario. Sus miembros se saben liderados por personas falibles investidas de un poder delegado del que deben rendir cuentas al grupo, no de un poder personal innato ni absoluto. Pero, salvo en privado, se comportan como súbditos. No como ciudadanos sino como lacayos. El último ejemplo ha sido el Comité Federal del PSOE del pasado sábado, tan ‘a la búlgara’ que resulta sonrojante, pero en otros momentos el sonrojo lo ha producido alguna de las convenciones ‘valencianas del PP’ o los fuegos de campamento de los partidos nacionalistas. Hoy como ayer, y si me apuran más aun que ayer (con Zapatero más aun que con Felipe, que ya hay que entrenar) el que se mueve no sale en la foto.
El poder de dar y quitar puestos, cargos y a veces auténticas regalías que corresponde a la elite dirigente encargada de elaborar las listas electorales de los partidos políticos: sobre la líder máximo ejerce en la práctica un indisimulado derecho de pernada, convierte a quien no debería ser más que un ‘primus inter pares’ en señor de vidas y haciendas políticas. El que se mueve no sale en la foto es la regla ante la que derecha e izquierda se inclinan como ante un dios sanguinario, sin excepción conocida. Quien se atreva a pensar por su cuenta, al ‘rinchi’.
¿Es bueno para los españoles? No. Ni para la democracia. Pero, es lo que hay, en mi opinión también con Zapatero. Los máximos dirigentes de los partidos políticos españoles (fuera no sé que ocurre) tienen tanto poder personal sobre las carreras (y las haciendas, claro) de sus compañeros, amigos y allegados, que mientras liderato partidario y presidencia del gobierno -local, autonómico o municipal- coinciden en la misma persona, como es lo habitual en nuestro país, pocos son los comilitones que se atreven, no ya a toserle sino a levantar los ojos del suelo a su paso. Cada vez menos, porque, cuanto más tiempo en el cargo, más larga es la cola de aduladores que le espantan al líder a los críticos como si fueran moscas. Como los suyos al Aznar de la segunda legislatura, la de la mayoría absoluta, sólo en privado se atreven ahora a criticar a Zapatero, cada vez menos socialistas. Es una forma de engañarse. Y de defraudar. El pensamiento crítico debería ser la norma y los que se cayeran de la foto, los ‘pelotas’. Pero, es al revés; hoy por hoy es la reverencia la que vence a la inteligencia; es lo que hay.

Persecución

Este comentario nos lo incluyo Esveritate en un articulo de hace unos días, que pasamos a difundir en solidaridad con él.
Visitad su Blog,

Esveritate dijo...

La democracia que proclama UPyD es esta.
Soporte técnico de YouTube para usuario
mostrar detalles 14:33 (hace 3 horas)

Estimado/a esveritate:
Te enviamos este mensaje para notificarte que hemos recibido una reclamación de privacidad de otro usuario relativa al siguiente contenido:-------------------------------------------------------------URL de vídeos: http://www.youtube.com/watch?v=dEv9qT89wU0-----------

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y la página del Centro de seguridad en http://www.youtube.com/t/safety.

Atentamente,El equipo de YouTube
16 de septiembre de 2009 18:21

domingo, 20 de septiembre de 2009

Diada-final



Articulo de Jose Maria Herrera de ayer, en el Imparcial.

http://www.elimparcial.es/nacional/la-traicion-de-cataluna-48076.html







La traición de Cataluña


Una creencia arraigada atribuye la hegemonía del partido socialista en España al respaldo andaluz y extremeño. Así se dice a menudo en debates radiofónicos y artículos periodísticos. Las fabulosas subvenciones que reciben estas comunidades serían, según esto, la compensación por una fidelidad perruna. No es verdad. Las únicas comunidades donde las diferencias entre las dos grandes fuerzas políticas estatales alcanzan niveles decisivos son Cataluña y, en mucha menor medida, el País Vasco. El electorado catalán ha condicionado el rumbo de la política nacional bastante más que el de otras regiones, y no sólo porque en esta comunidad los socialistas lleguen a veces a triplicar en escaños a los populares, sino porque la mitad de su censo apoya además a partidos nacionalistas que suelen pactar luego con la lista más votada.
El predominio de Cataluña en la política española de los últimos treinta años es un fenómeno sorprendente. Primero porque nunca ha sido reconocido abiertamente, más bien al contrario, ha dado la impresión de que Cataluña soportaba las mayores cargas en beneficio general, y segundo, porque el funcionamiento de las instituciones estatales ha dependido todo el tiempo del respaldo de sus fuerzas políticas, unas fuerzas que, a pesar de sus actitudes prudentes, soñaban como hoy sabemos con su demolición. La máscara ha tardado en caer, pero al final lo ha hecho. “Barcelona es la capital de una nación —ha dicho el presidente del club de fútbol Barcelona-, Madrid un centro administrativo”. El error de los españoles ha sido pensar que el problema estaba donde los muertos, y no en el catalanismo, movimiento que parecía determinado a alcanzar sus objetivos dentro del marco constitucional, aunque codiciaba en realidad otra cosa. Los catalanes saben bien lo que dicen: efectivamente España nunca se ha molestado en entender a Cataluña.
Yo ignoro qué significa ser catalán, sentirse catalán, pero diría que es una suerte de orgullo estético, un sentimiento nacido, en parte, por contraste con lo español, quizás demasiado tosco para su gusto, y en parte por identificación con los valores de aquella burguesía sofisticada, amante de la ópera y los bellos edificios modernistas, de la época de Gaudí, la época dorada de Cataluña. Esa burguesía a la vienesa (tierra del archiduque que no reinó), elegante y despolitizada a causa de su lejanía del poder, ha dado el tono general del catalanismo, si no fue directamente su causa. Los viejos marxistas pensaban que el nacionalismo prosperó en zonas industrializadas impulsado precisamente por una clase que, extendiendo la creencia en que el origen de sus males estaba fuera, pretendía impedir que afloraran sus propias contradicciones internas. Tal vez fuera así. No lo sé. Mi sospecha, en todo caso, es que el catalanismo tiene mucho de narcisismo, tanto en lo singular —es llamativa la falta de naturalidad de los catalanes-, como en lo colectivo —el narcisismo es un instrumento político de primera magnitud que fortalece la conciencia de grupo y lleva a sus miembros a sentirse, por decirlo así, en una permanente situación lírica.
La sublimación dramática de una identidad que es, a la vez, realidad dolorosa e ideal ha resultado políticamente más rentable en nuestro tiempo que todas las razones históricas o ideológicas. No hay nada como ser una víctima para cargarse de derechos. Ser una víctima significa no haber podido ser lo que se es. Para los catalanistas esto es lo que le pasó a Cataluña al quedar truncada como posibilidad histórica cuando apareció España. La idea de que Aragón y Castilla consumaran sus propios destinos particulares en el instante de la unificación les parece absurda. Desde su perspectiva, España es un simple matrimonio de conveniencia que puede deshacerse en cualquier momento, con o sin acuerdo de las partes. Tampoco les inquieta que se diga que esas partes dejaron hace mucho de existir, pues aunque España ha tratado de robar el alma catalana reduciéndola a un fantasma sin sustancia —durante la dictadura franquista, por ejemplo- nunca lo ha conseguido. Por si fuera poco con lo anterior, también el espíritu de los tiempos está de su parte, ya que si el hombre no es ni naturaleza ni historia, sino sólo voluntad, como hoy parece que se cree, basta con la voluntad de los catalanes para que España resulte ser una estructura caduca, destinada a desaparecer en su forma actual.
Yo no sabría decir cuál debe ser el destino de Cataluña, pero tengo cierta idea de cuál no debería ser en ningún caso el destino de España. Por eso he titulado este artículo como lo he hecho. A costa del Estatut, el catalanismo está poniendo en grave peligro la democracia constitucional española, tan trabajosamente conseguida. La duda que surge ahora es si esto es lo que ha hecho siempre, incluso en los momentos en que favorecía la gobernabilidad del Estado a cambio de concesiones siempre insatisfactorias, y si habrá incluso que atribuir también el deterioro de nuestra democracia a la perversa influencia de unos políticos y un electorado que han aspirado subrepticiamente a la destrucción del marco estatal.
El único que pareció comprender el problema en toda su magnitud, quizá porque hablaba catalán en la intimidad, fue Aznar, el denostado Aznar. Su estrategia, fortalecer la idea nacional robusteciendo la posición internacional de España, era muy buena, pero salió mal, más aún, resultó un verdadero desastre, ya que facilitó de rebote el acceso al poder del peor de los gobiernos posibles en las actuales circunstancias: el gobierno de la mala conciencia.
Nuestro gobierno, como es sabido, carece de proyecto político. Esto no es bueno ni malo. La falta de perspectivas es consecuencia de la falta de expectativas, algo que en la actualidad forma parte de un cierto estilo de vida. A mucha gente no le interesa para nada el futuro, vive a corto plazo y quiere que se gobierne así. Por eso encontraron una buena opción en Zapatero. Estoy seguro de que no habría sido muy distinto si el elegido hubiera sido Rajoy. El problema es que Zapatero no es sólo corto de miras, sino también progresista. El progresismo, una vez olvidado el sermón utopista, ha quedado reducido a la permanente comparación entre lo que somos y tenemos y lo que fuimos y teníamos. Su hilo conductor es la liquidación de cuentas con el pretérito. Avanzamos, sí, aunque sólo mirando hacia atrás. La memoria histórica es el símbolo, un símbolo sumamente significativo para los nacionalistas, pues por la puerta de la mala conciencia termina colándose todo.
El catalanismo ha aprovechado la desorientación del gobierno central para dar el paso decisivo. No se conforma ya con seguir siendo una víctima —sería preferible decir, representando el papel, pues las auténticas victimas tienden a ser pudorosas- sino que ha salido del armario para reclamar lo que le corresponde y más. Repitamos las palabras de Laporta: “Barcelona es la capital de una nación, Madrid un centro administrativo”. Se trata de algo más que una mera declaración: la constatación de que esta gente pretende hacer con la España constitucional lo mismo que intentó Franco con Cataluña: privarla de sustancia, convertirla en una realidad ilusoria. Con una unanimidad sin precedentes, los políticos catalanes, al igual que su principal representante futbolístico, se apresuran a proclamar ahora en todas partes que si la decisión del Tribunal Constitucional sobre su estatuto no es la que ellos desean, éste habrá tomado claramente partido contra Cataluña y no se sentirán por tanto obligados a acatarla. El futuro de la España constitucional, no la sustancia histórica de Cataluña, es lo que al parecer esta ahora en juego.
El rechazo de la capacidad de arbitraje de una institución a la que concierne nada más y nada menos que la salvaguarda de la fortaleza y cohesión del Estado, favorecida sin duda por los sucios tejemanejes de los grandes partidos nacionales, constituye en mi opinión el acto político más grave de la historia de nuestra democracia constitucional, una traición en toda regla. Por esta vía, allanada sin duda por la falta de miras de los dos grandes partidos nacionales, la mezquina política de compromisos en que sustentan su poder y la mediocridad de sus dirigentes —una de las secuelas del encanallamiento de la política- estamos condenados a acabar en la peor de las situaciones posibles, un callejón sin salida que evoca aquí y allí los peores recuerdos.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Diada IV

Los catalanes que intentamos mantener la dignidad y la honradez intelectual, los que creemos que la nación es un conjunto de leyes que nos iguala a todos en derechos y deberes, los que no estamos dispuestos a inventarnos el pasado, también conmemoramos el 11 de septiembre. Pero por distintos motivos.

Conmemoramos que el 11 de septiembre de 1714:
Los catalanes se levantaron en armas en nombre de España para defender la libertad de todos los españoles.
No hubo enfrentamiento entre regiones.
No hubo el menor asomo de cantonalismo, ni intento de segregación de ningún género.
Ningún ejército español (o castellano) tomó Barcelona.
Los vencedores no intentaron destruir una supuesta “identidad nacional catalana”.
No se prohibió la lengua catalana.
No despertó la menor reacción “nacional” catalana como respuesta a una inexistente agresión españolista.
Supuso el fin de una estructura estatal arcaica y el inicio del despegue económico de Cataluña.
No convirtió en mártir a nadie.

Los catalanes se levantaron en armas en nombre de España

Los habitantes de algunas ciudades catalanas se levantaron en armas contra una oligarquía comercial barcelonesa que imponía sus intereses y en nombre de la libertad de España y de todos los españoles. Ferrán Soldevila, historiador nacionalista catalán:
“Hasta el último momento de la lucha los objetivos habían sido los que se hacían constar en el documento dirigido al pueblo: salvar la libertad del Principado y de toda España; evitar la esclavitud que espera a los catalanes y al resto de españoles bajo el dominio francés; derramar la sangre gloriosamente por su rey, por su honor, por la patria y por la libertad de toda España” (F. Soldevila, Moments crucials de la Història de Catalunya).
¿Por qué los nacionalistas de hoy han tergiversado los hechos que los nacionalistas de ayer reconocían como ciertos? ¿Por qué historiadores radicalmente nacionalistas como Soldevila coinciden en su explicación de los hechos de 1714 con historiadores no nacionalistas, mientras hoy difieren totalmente e inventan unos hechos que no sucedieron?

No hubo enfrentamiento entre regiones

Al revés de lo que inventan hoy los nacionalistas, la guerra de Secesión no supuso el enfrentamiento entre Cataluña- Austria y España (o Castilla)-Francia. Ciudades y comarcas pertenecientes al antiguo reino de Aragón como Castellón, Alicante, el valle de Arán, el interior de las provincias de Barcelona y Valencia, Calatayud o Tarazona, fueron partidarias de Felipe V, el rey Borbón. Y lugares como Madrid, Alcalá o Toledo se declararon fieles al aspirante austriaco, el archiduque Carlos. El enfrentamiento interterritorial de 1714 es otra patraña más inventada por el nacionalismo para negar el carácter de guerra civil que tuvo aquella sucesión al trono.

Los vencedores no destruyeron la identidad nacional de nadie

El fin del arcaico sistema foral que había estado vigente hasta 1714 fue abolido sin que en tal medida existiera la menor voluntad de acabar con una “identidad nacional” que solo se inventaría doscientos años después con personajes como Prat de la Riba. Es otra muestra más de supina ignorancia histórica, cuando no de mala fe y de manipulación, sostener que semejantes argumentos podían encajar en la mentalidad y las estructuras políticas y jurídicas del siglo XVIII.

Felipe V juró en 1702 fidelidad a las leyes de Cataluña, cosa que no siempre habían hecho sus predecesores. Pero los sublevados de 1714 cometieron un delito de lesa majestad. Habían traicionado su juramento de fidelidad y eran culpables del peor de los pecados políticos de la época. No hay aquí relación jurídica entre estados (solo existía uno) sino una traición a la lealtad debida expresada a través de compromisos personales y colectivos con la dinastía. De modo que los privilegios de las zonas derrotadas fueron abolidos como castigo a la traición dinástica, en modo alguno como procedimiento para destruir una nación que no existía.


martes, 15 de septiembre de 2009

Diada III : Mas verdades



2ª PARTE de "La verdad sobre el 11-Sept-1714"

11 de septiembre de 1714: ¿sabías que…?
1) El 11 de septiembre se conmemora la rendición de la ciudad de Barcelona en 1714 a las tropas borbónicas, en una de las acciones bélicas de la Guerra de Sucesión Española. La guerra no fue de secesión, como los nacionalistas venden, sino de sucesión. En dicho guerra dos pretendientes se jugaban el acceso al trono de la Corona de España tras la muerte sin descendencia del Rey de España Carlos II: por un lado Felipe D’Anjou, francés, y por otro el Archiduque Carlos de Habsburgo, austriaco, en lo que fue una auténtica guerra europea. Es decir, ésta fue una guerra civil española entre partidarios de dos pretendientes a suceder en la corona de España a un rey muerto sin descendencia.
2) Felipe V reinó sin oposición interna entre 1700 y 1705. Tras ser coronado, se desplazó a Barcelona donde residió 6 meses, jurando el 4 de octubre de 1701 sus leyes y constituciones, otorgando nuevos privilegios a las instituciones catalanas, los más generosos en 100 años.
3) Fueron Antoni Peguera y Domènec Parera, en representación de la Diputación de Barcelona, quienes rompieron los pactos institucionales unilateralmente y declararon la guerra. Los gobernantes catalanes pactaron en secreto con Inglaterra declarando la guerra a Felipe D’Anjou, dejando entrar tropas extranjeras en el Principado y anulando los pactos constitucionales. En el pacto de Génova, según el cual Cataluña entraba en guerra junto a los aliados, se indica hasta en ocho ocasiones que el objetivo es que Carlos III de Austria se convierta en rey de TODOS los dominios que entonces conformaban España.
4) La facción en Cataluña favorable al pretendiente Carlos no partió de una rebelión espontánea ni popular. En realidad, expresaba los intereses políticos de la clase dirigente barcelonesa que quería potenciar su presencia comercial en América, de tal forma que sus privilegios forales no estaban en juego, ya que el pretendiente Borbón en ningún momento los cuestionó.
5) Los seguidores de Carlos de Habsburgo en Cataluña defendían la unidad de España. Trataban de imponer su candidato al conjunto de todo el país recelosos de la influencia francesa; lejos, pues, de cualquier aspiración secesionista o desmembradora. Los soldados que fueron derrotados el 11 de septiembre de 1714 frente a las tropas de Felipe V estaban mandados por el general Antonio de Villarroel, que en su última arenga les recordó: “estáis luchando por nosotros y por toda la nación española”.
6) El denominado decreto de Nueva Planta, llamada en realidad Cédula Real de Nueva Planta de la Real Audiencia del Principado de Cataluña, organizaba las instituciones judiciales en Cataluña, respetando las Constituciones y prácticas previas, estableciendo que los letrados fuesen expertos en legislación y lengua catalana. Fijaba el castellano meramente como lengua jurídica y eliminaba los privilegios por nacimiento en un territorio determinado.
7) El final de la guerra supuso el final de tres siglos de decadencia de Cataluña y el inicio de su resurgimiento económico. El siglo XVIII, lejos de ser un periodo de declive en Cataluña, resultó ser una etapa de particular esplendor y auge demográfico, agrícola, comercial e industrial, beneficiado por el proteccionismo de la Corona.
8) Rafael Casanova El día del asalto final de las tropas borbónicas, Casanova estaba durmiendo y tras ser avisado se presentó en la muralla con el estandarte de Santa Eulalia para dar ánimos a los defensores. Herido de poca gravedad por una bala en el muslo. Casanova fue trasladado al colegio de la Merced donde se le practicó una primera cura. Tras caer la ciudad en manos de las fuerzas borbónicas, quemó los archivos, se hizo pasar por muerto y delegó la rendición en otro consejero. Huyó de la ciudad disfrazado de fraile y se escondió en una finca de su hijo en Sant Boi de Llobregat. En 1719 fue amnistiado y volvió a ejercer como abogado hasta retirarse en 1737. Murió en Sant Boi de Llobregat en el año 1743. Treinta y dos años después de la rendición de Barcelona. Un verdadero “héroe”no fue un mártir.
El Pais.com : Foro de debate Ágora Socialista

lunes, 14 de septiembre de 2009

En Cataluña-Diada II : El que faltaba...



Eramos pocos y parió la abuela... Este pajaro que ya andaba lanzado desde hace tiempo, ahora se ha desmelenado totalmente y ya va a tumba abierta hacia su preparación de desembarco en la formación mas radical que le acoja en su seno, una vez que le den, en su momento, la espalda sus socios del club.
Sin vergüenza alguna y catapultado desde su posición deportiva, aprovecha esta circunstancia para avalar y pregonar su ideología, apoyandose en el ardor y euforia de los exitos de sus "mercenarios futboleros" procedentes de todos los rincones españoles y planetarios... ligando victorias del balon y arrastre de masas a exitos politicos catalanes... Esperemos que sus seguidores forofos tengan bastante mas sentido y racionalidad que este "cara"...
el presidente del Barcelona se manifestó pidiendo un estado propio para Cataluña
Joan Laporta muestra su cara mas independentista
Por la mañana realizo la ofrenda foral a Rafael Casanova. Luego fue a otro acto en la Ciudadela, y por la tarde se manifestó bajo el lema: "QUEREMOS UN ESTADO PROPIO"

domingo, 13 de septiembre de 2009

Asuntos de Cataluña : DIADA.1



Que todos sabemos que la movida nacionalista que nos circunda procede de "antes de ayer" (s. XIX, principios del XX), es ya habitualmente conocido, pero los detalles en los infundios en los que se basa, bastante menos.


La verdadera historia
del 11 de septiembre de 1714
PRIMERA PARTE
Alrededor del 11-S, los nacionalistas han construido una gran mentira, un mito. Muchas personas no celebramos la Diada ya que no queremos ayudar con nuestra participación a perpetuar una vulgar mentira.
La construcción de una gran mentira.
Desde 1980 cada 11 de septiembre se celebra la Diada de Cataluña. Con ella se conmemora y recuerda la rendición de Barcelona a las tropas borbónicas al mando del Duque de Berwick durante el transcurso de la Guerra de Sucesión Española el 11 de septiembre de 1714. Pero ya antes, a finales del siglo XIX, esta fecha era conmemorada por un incipiente nacionalismo político catalán que le daba una lectura alejada de la realidad histórica, utilizándola para justificar su proyecto político. Así, de lo histórico pasaron a lo místico, y de la realidad a la ficción. Una de sus liturgias rituales fue realizar una ofrenda floral conmemorativa al conseller en cap Rafael Casanova, presentándolo como mártir de la caída de Barcelona cuando en realidad había muerto veintinueve años más tarde (en 1743) en su domicilio en Sant Boi tras recibir el perdón real. Esta manipulación la historia se ha prolongado hasta nuestros días convirtiéndose en una descarada mentira al servicio de la “construcción nacional”.
Por ello en muchas personas no celebramos la Diada ya que no queremos ayudar con nuestra participación a perpetuar una vulgar mentira. La manipulación que han llevado a cabo los independentistas del significado histórico del 11 de septiembre de 1714 convierte la conmemoración de este día en la diada nacionalista de Cataluña y no en
la fiesta cívica de todos los ciudadanos catalanes.
La elección del 11 de septiembre como la fiesta “nacional” de Cataluña fue una muestra más del carácter beligerante y naíf del nacionalismo catalán. Escoger el día de la derrota de una supuesta Catalunya independiente significa que no se acepta el fin de las hostilidades, que la lucha continua y continuará hasta que esta imaginaria Cataluña vuelva a renacer de sus cenizas. Para ellos, la guerra sólo acabará con la derrota de esos descendientes políticos de los soldados borbónicos que asediaron Barcelona en 1714. Celebrar el 11-S sólo tiene una lectura: aquello se cerró en falso, la partida no ha terminado.

Irónicamente fueron las autoridades catalanas las que traicionaron los pactos firmados con Felipe V, aliándose con una potencia enemiga, Inglaterra, trayendo la Guerra y la destrucción a Cataluña. Una oligarquía arrogante, provinciana, ambiciosa e ignorante entró en guerra jugándose lo que más preciaban, sus constituciones, por supuestas ventajas comerciales y territoriales. Entraron en guerra sin ejército, dejando que fueran los aliados quienes pusieran la carne de cañón, y los catalanes su hacienda y su honra. Cataluña fue saqueada por ejércitos de media Europa durante 10 años porque sus políticos decidieron convertirla en un campo de batalla con la esperanza de recoger las migajas de la victoria que los aliados quisieran arrojarles. El resultado fue el 11 de septiembre, el acto final de la locura de una clase política que empujó a su pueblo a sucumbir en una carnicería que acabó con la vida de 16.000 personas entre los dos bandos con la falsa esperanza de la victoria imposible que enmendaría su error.
¿Ese tremendo error ha de ser el día de fiesta de los catalanes?

La mayoría de los catalanes no se sienten identificados con esa celebración nacionalista
y decide celebrarlo disfrutando de los últimos días del verano. Sin embargo, en muchas personas creemos que esta pasividad da alas a las ambiciones y manipulaciones nacionalistas. Su mentira no puede convertirse en verdad solo por ser repetida por los iluminados habituales abrigados al amparo de la indiferencia y el hastío que provoca en la ciudadanía esta celebración. No aceptamos que la manipulación nacionalista del pasado deba ser jaleada y apoyada por una ciudadanía democrática y libre.

Digámoslo en voz alta: las reiteradas querellas del pasado sólo sirven a quienes las utilizan como coartada para reclamar beneficios políticos en el presente, desviando la atención de los problemas reales de los ciudadanos. Para los nacionalistas, la historia sirve únicamente como instrumento político de adoctrinamiento y manipulación. Más ahora que se ha aprobado la nueva Ley de Educación de Cataluña.

viernes, 11 de septiembre de 2009

ROGUEZ. "Z" : El gran funambulista


"El gran funambulista"
Rodríguez Zapatero ya no es, en términos políticos, el presidente del Gobierno, sino un funambulista que hace equilibrios en un cable flojo sobre los abismos de la crisis y sobre lo que empieza a ser el resquebrajamiento electoral del PSOE. La única razón por la que no se cae y se parte los huesos es porque la rígida y pobre oposición de Rajoy le sirve de barra de equilibrio. Y mucho me temo que esta desfeita ya no tiene solución, porque, lejos de estarse jugando ahora mismo, la partida ya se perdió el día que Zapatero tuvo que escoger entre Solbes y Sebastián y, sin que nadie sepa por qué, escogió al segundo.
La pobreza y la desorientación del actual equipo económico, dirigido por Elena Salgado, es de dimensiones cósmicas, y la credibilidad del Gobierno a la hora de establecer diagnósticos y previsiones sobre las causas y el desarrollo de la crisis roza ya el cero absoluto. No vieron venir la crisis, no supieron definir su naturaleza ni medir su gravedad, y tampoco acertaron el pronóstico de su duración. Y por eso se embarcaron -o nos embarcaron a todos- en una carrera de medidas demagógicas y estériles que dejaron exhaustas las arcas del Estado y comprometen seriamente la recuperación económica. Por eso suena a patético todo lo que dicen, y por eso no se le puede echar una mano ni siquiera cuando hablan, sensatamente, sobre ciertas correcciones al alza de la presión fiscal.
Pero las desgracias no acaban aquí. Porque si malo es el equipo económico, peor es aún la línea política. También en este punto Rodríguez Zapatero tuvo que escoger, al límite, entre Pérez Rubalcaba -la cabeza mejor amueblada y la retórica más acerada y rigurosa del socialismo español- y la señora De la Vega, que, a pesar de ser mujer, protagoniza el discurso más ramplón, repetitivo y estéril de la política española. Y por eso resulta imposible reactivar la imagen de un presidente que, una vez agotado su exagerado recurso a las políticas de igualdad y de género, no da muestras de poseer una sola idea que alimente la regeneración política y económica que tanto necesitamos.
La comparecencia de ayer en el Congreso, criticada por todos y bien aprovechada por la oposición, nos deja la sensación de estar -en lo económico y en lo político- a merced de los vientos. Y todo apunta a que la inminente presidencia de la Unión Europea, de la que tanto fían los estrategas del PSOE, solo va a servir para un fatuo ejercicio de liderazgo internacional que, sobre el hecho de ser inútil, amenaza con cosechar más ridículos que éxitos. Porque no puede haber buena travesía para quien no sabe adónde va. Ni nada cabe esperar de una tripulación en la que figuran como oficiales De la Vega, Salgado, Sebastián y Chaves.
La Voz de Galicia, hoy.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

LA DEMOCRACIA EN LOS PARTIDOS

Por CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN. Profesor de Filosofía. Universidad del País Vasco
29-3-2006 09:03:06
A Rosa Díez... El sistema democrático funciona mejor o peor gracias al sistema constitucional de equilibrio de poderes y contrapoderes, y sobre todo por la concurrencia de partidos rivales que compiten entre sí, obligando al otro a moderarse y a tratar de sintonizar con la ciudadanía que le vota...LA democracia de los partidos políticos no es un asunto interno, sino un problema que afecta e interesa al conjunto de la sociedad. La reciente defenestración de Rosa Díez de la Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo, perpetrada por la dirección de su partido con modos y argumentos incoherentes con los requisitos democráticos y el sentido común, acaba de actualizar ese problema, pero conviene aclarar que el PSOE no es, de ningún modo, el único partido sorprendido en semejantes tejemanejes autoritarios. Lo cierto es que son la norma, porque las deficiencias democráticas de los partidos no son de derechas ni de izquierdas: tienen poco que ver con la ideología fundadora y mucho con el modelo de organización y gestión del poder.Los partidos están estructurados de modo que un pequeño aparato de dirección, organizado en círculos concéntricos de poderío decreciente y dependencia creciente del aparato central, gobierne sin oposición sobre un gran número de afiliados y administre, también sin oposición, un número todavía mayor de votos considerados como simples cheques en blanco extendidos a un portador al que no es posible pedirle cuentas hasta las siguientes elecciones. Por eso Popper definió la democracia como ese sistema donde todo se reduce a votar un cambio de gobierno cada cierto tiempo, y sin ninguna garantía de que el nuevo vaya a mejorar la trayectoria del precedente.La gran paradoja es que el sistema constitucional que los partidos están llamados a legislar y gobernar tiene exigencias democráticas que aquéllos no admiten en su seno.Las constituciones democráticas instituyen un sistema de contrapesos entre los distintos poderes que tiene la misión de frenar, compensar o corregir la tendencia a concentrar la decisión en un número muy reducido de personas, con el consiguiente incremento del abuso, la arbitrariedad y la corrupción. En realidad, un sistema democrático no es aquel donde la corrupción o los abusos sean imposibles, como piensan los afectados por el síndrome de Peter Pan, sino un sistema que permite perseguir y depurar esas conductas con garantías jurídicas. El mismo sentido tiene la limitación constitucional de competencias gubernamentales, y la preservación de los derechos inalienables -de las personas, no de los colectivos- para limitar la intromisión del legislativo y el poder judicial en las vidas privadas. Pues bien, nada de eso funciona o cuenta en los partidos políticos, donde los aparatos disfrutan de un poderío comparable al casi omnímodo de un concilio medieval: definen la doctrina y la herejía a erradicar, emiten anatemas e indulgencias y proclaman excomuniones irrevocables.Es cierto que los estatutos de los partidos garantizan muchos derechos a los militantes e imponen numerosas limitaciones a los cargos, pero la inexistencia de competencia interna en forma de oposición reconocida, y la coincidencia de las funciones de juez y parte en los mismos círculos de poder, suelen dejarlas en nada. Todos los esfuerzos se dirigen a reforzar el monolitismo y a excluir a los disidentes, prioridad que a la larga redunda en el empobrecimiento intelectual de los cargos partidarios, cooptados entre la afiliación más sumisa y más ansiosa de disfrutar la carrera política que sólo el partido -el aparato- puede darle. Por eso la disparidad pública se entiende como una muestra dramática de división, nunca de un pluralismo no deseado, y por lo mismo se procura evitar que en los congresos del partido se presenten dos o más candidaturas a los órganos de gobierno. De ocurrir, la minoría derrotada sabe que tiene los días contados. Y es ese leviatán demoledor, irrespetuoso con las minorías, cerrado a la sociedad e impermeable a la argumentación de ideas, quien está llamado a gobernar una sociedad que pretendemos abierta, pluralista y basada en la rivalidad permanente entre ideas, grupos e intereses muy diversos, legítimos o no.Sin embargo, no existen alternativas democráticas racionales al sistema de partidos políticos. Las opciones asamblearias, comunitaristas o corporativas acaban siendo ferozmente antidemocráticas. ¿Dónde está pues la solución? Quizás en que los partidos estén obligados a imitar el funcionamiento de la democracia, y no al contrario.El sistema democrático funciona mejor o peor gracias al sistema constitucional de equilibrio de poderes y contrapoderes, y sobre todo por la concurrencia de partidos rivales que compiten entre sí, obligando al otro a moderarse y a tratar de sintonizar con la ciudadanía que le vota. Sin embargo, la degeneración del funcionamiento interno de los partidos también acaba poniendo esto en peligro. El catalán se ha convertido en un caso paradigmático de esta deriva, y ya ha afectado a toda España.Como es sabido, el 90 por ciento de los diputados del Parlamento catalán, con la solitaria excepción del PP, aprobaron un proyecto de Estatut inconstitucional que la mayoría de la sociedad catalana ni reclamaba ni entendía. Las encuestas más favorables coincidían en que apenas el 55 por ciento de los catalanes apoyaban el nuevo texto, y en que menos del 35 por ciento apoyan la idea de que Cataluña sea una nación. Por tanto, las razones que han movido a los partidos catalanes -y muy especialmente el PSC- a pretender lo contrario con insólita cuasiunanimidad hay que buscarlas en la lucha de los aparatos partidarios por blindar un conjunto de competencias exclusivas que nadie ajeno al establishment pueda disputarles ni revocar en el futuro: su propia carrera política. Naturalmente, este sórdido deseo de monopolio garantizado por ley -cuya muestra más elocuente es la obscena importancia política dada a la explotación del rentable aeropuerto de Barcelona- va convenientemente envuelto en la retórica emocional del nacionalismo más rancio y decimonónico. Pero con el nuevo Estatut, Cataluña no es siquiera una romántica nación cultural, es simplemente una carrera política reservada a los aparatos partidarios.¿Podrían mejorar este panorama reformas como las listas abiertas, la tutela legal y judicial de la democracia en los partidos, considerada como asunto de interés público y no privado, o un funcionamiento de las instituciones parlamentarias menos sometidas a la disciplina del voto? Es posible, o quizá no. De cualquier manera, ya es hora de tomar conciencia de que algunos de los peores problemas políticos que padecemos -Estatut catalán y normalización vasca, por ejemplo- obedecen, en realidad, a problemas internos que los partidos exportan unilateralmente al conjunto de la sociedad.

CATORCE+DOS


A la atcn. de Juan Luis Fabo

He devuelto el recibo porque no estoy conforme con el proceso de participación
instaurado por la Coordinadora de Barcelona
( con el beneplácito de la Dirección del partido) desde hace ya bastantes meses. He esperado estoicamente cambios que no se han producido.
La gota que ha colmado el vaso de mi paciencia ha sido
el tema de los últimos expedientes incoados a 14 compañeros que lo único que
pretendían es fomentar el debate interno dentro del partido.

Consideren la recepción de éste mail como la presentación formal de mi baja
del partido.

saludos

sábado, 5 de septiembre de 2009

¿Herejes o comisarios políticos?

Hoy en EL PAIS:

"Es insufrible que un partido vaya de ser el mas demócrata y no permita la discrepancia interna."

Muchas de las personas -posiblemente la mayoría aunque no llevo la cuenta- que nos reunimos con los señores Martínez Gorriarán y Fabo, a instancia suya, en el verano de 2007 y prestamos nuestros nombres para formar el Consejo Político y fundar Unión, Progreso y Democracia (UPyD) el 29 de septiembre de ese año, ya no pertenecemos a dicho consejo ni, en bastantes casos, al partido.

El órgano más importante de ese partido se ha ido transmutando desde el día de su fundación siguiendo el viejo procedimiento empleado por "demócratas" tan acreditados como el general Franco o Fidel Castro: éste fuera; éste dentro. El asunto no resultaría llamativo si UPyD se declarase un partido totalitario, pero resulta insufrible cuando sus líderes van por el mundo impartiendo lecciones de democracia a todos los demás miembros del género humano y abogando, en un alarde de cinismo digno del mismísimo Mao, por las listas abiertas y otras lindezas por el estilo.

Cuando, como ha ocurrido tantas veces en UPyD desde su fundación, se modifica la composición de su Consejo Político sin convocar a los consejeros para debatir y votar una propuesta formal presentada a tal efecto, ni brindar a los consejeros cesados la oportunidad de manifestar su opinión ante sus compañeros, uno se ve obligado a concluir que UPyD, al margen de la retórica populista empleada por sus líderes, es una organización totalitaria en su funcionamiento interno.

Por ello, me sorprendió e inquietó la lectura de un artículo (Herejes imprescindibles, EL PAÍS, 9 de junio de 2009) en el que se nos presentaba a los líderes de UPyD como un grupo de heterodoxos que han roto con el legado heredado del franquismo, a saber, la adhesión ciega e inquebrantable a una familia política, y se han lanzado a difundir revolucionarias herejías que revuelven el estómago de los intelectuales orgánicos de cada bandería.

Mientras lo leía no sabía qué pensar: tal vez el señor Savater, hombre muy ocupado, ignora casi todo lo que ha ocurrido en UPyD desde su fundación, o quizás lo sabe y le preocupa, pero prefiere ignorarlo para no dañar las expectativas electorales de su familia política, o, tal vez considera la democracia interna un asunto menor, un barullo molesto propiciado por afiliados inconscientes.

No lo sé, pero si la adhesión ciega e inquebrantable a una familia política inhabilita a quienes militan en el Oso Gubernamental y la Mofeta Popular -apelativos dados al PSOE y PP por el señor Savater- para analizar la realidad social con ojos libres de prejuicios, ¿qué podemos decir de un partido donde se exige no ya la adhesión ciega e inquebrantable a una familia política o unos principios, sino a una líder into-cable y a los tres o cuatro miembros del politburó que ella ha tenido a bien colocar al frente de la organización? ¿Y cómo calificar a aquellos intelectuales que hacen de Don Tancredo mientras se cesa, se abren expedientes o se expulsa a consejeros, coordinadores y demás patulea de osados infantes que formulan preguntas, piden explicaciones o presentan enmiendas a las órdenes y propuestas emanadas del politburó del partido?

Herejes entre los líderes actuales de UPyD no veo ninguno: más bien recuerda su comportamiento al de los comisarios políticos, personajes de ingrato recuerdo para bastantes españoles. El asunto no tiene vuelta de hoja: no cabe considerar democrática a ninguna organización donde sus líderes no respetan la división de poderes, acatan las decisiones adoptadas por la mayoría y aceptan la presencia de minorías discrepantes. Y los líderes de UPyD han supeditado la democracia interna a la construcción de una organización al servicio de intereses superiores que, a la postre, coinciden con los de su líder, que hace y deshace a su antojo. En este "herético" partido, tres personas, la señora Díez y los señores Martínez Gorriarán y Fabo, han controlado desde sus inicios la composición de todos los órganos (Consejos de Dirección y Político, Coordinadoras Territoriales, finanzas y contabilidad, etcétera), confeccionado las listas electorales, y, como he mencionado, cesado, expedientado o expulsado a cualquier afiliado que se ha atrevido a cuestionar sus decisiones.

Ahora quieren dar cierta apariencia de normalidad democrática a UPyD y están preparando un congreso al que acudirán delegados elegidos directamente por los afiliados. ¡Qué gran logro democrático! Pero para que esta concesión no estropee su guión, el artículo 10 del reglamento congresual deja en sus manos la posibilidad de descartar a cualquier delegado cuando su elección haya sido impugnada por otro afiliado. Será el cónclave de UPyD este otoño, no tengo ninguna duda sobre ello, un congreso a la búlgara.

Resulta incongruente que los dirigentes de UPyD hayan además organizado una caza de brujas contra afiliados deseosos de participar activamente en el congreso, máxime cuando la señora Díez se paseaba por España hasta septiembre de 2007 mostrando abiertamente sus discrepancias con los dirigentes del PSE-PSOE, sin renunciar por ello a su escaño en el Parlamento Europeo conseguido con esa formación, ni a los emolumentos que le reportaba entonces y le reportará una vez alcance la edad de jubilación.

Afortunadamente para los verdaderos herejes, vivimos en una democracia constitucional y para escapar a las iras del directorio que gobierna UPyD no hace falta exiliarse allende las fronteras. En cuanto al mérito de algunos mensajes y posiciones que ha difundido UPyD, conviene recordar que son fruto del trabajo de todos los ciudadanos y organizaciones que han rechazado las limitaciones a la libertad e igualdad de oportunidades impuestas por los nacionalistas en Cataluña y el País Vasco en las últimas décadas, no propiedad de la señora Díez y sus adláteres.

Tras una búsqueda concienzuda, no he encontrado una sola línea escrita por Rosa Díez en contra de la inmersión lingüística en Cataluña, ni tengo constancia de que alguien la escuchara nunca exigir la expulsión de los representantes de Herri Batasuna del Parlamento de Vitoria y de los ayuntamientos vascos, ni he encontrado indicación alguna de su oposición a la cesión de competencias a las comunidades autónomas, hasta mucho tiempo después de que el PSE rompiera su pacto de gobierno con el PNV en 1997, un pacto con el que, según todas las informaciones disponibles, la líder de UPyD se sintió siempre cómoda, ejerciendo de consejera de Comercio, Consumo y Turismo del Gobierno Vasco.

Los mensajes y posiciones de los que se ha ido apropiando la señora Díez en los últimos años, limpios de sus excesos retóricos y el tufillo a centralismo rancio y caduco, pertenecen a todos aquellos que han defendido desde, al menos, 1978 la libertad, la solidaridad y la igualdad de oportunidades, la división de poderes y la regeneración democrática de la política en España.

Clemente Polo es catedrático de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidad Autónoma de Barcelona.