¡¡¡"Esto es la guerra..."!!!

La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnostico falso y aplicar después los remedios equivocados. GROUCHO MARX

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Adiós Annus Horribilis
¡ Feliz 2010 !

Como andamos algo dispersos por los festivos, proximamente mas formalmente nos despediremos, o mejor dicho nos desprenderemos, de nuestra trayectoria pasada reciente en lides políticas, pero seguiremos atentos a la observación de los acontecimientos y mostrandonos firmes en nuestra posición con los principios inalterables que nos llevaron a dicho compromiso.
REAL ACADEMIA LENGUA ESPAÑOLA
atalaya.

1. f. Torre hecha comúnmente en lugar alto, para registrar desde ella el campo o el mar y dar aviso de lo que se descubre.
2. f. Eminencia o altura desde donde se descubre mucho espacio de tierra o mar.
3. f. Estado o posición desde la que se aprecia bien una verdad.
4. m. desus. Hombre destinado a registrar desde la atalaya y avisar de lo que descubre.
5. m. desus. Hombre que atisba o procura inquirir y averiguar lo que sucede.

Ya está bien de tonterías

Ya está bien de tonterías
GABRIEL ALBIAC
Miércoles , 30-12-09

NO existen lenguas romances. En el rigor del lingüista. Llamamos, muy metafóricamente, francés, español, italiano, a las específicas evoluciones de una sola lengua, el latín, en geografías e historias concretas. Lo mismo sucede con el valenciano, catalán, portugués, mallorquín o ibicenco. La jerga que contrapone lenguas y dialectos inventa cobertura simbólica de apariencia respetable a una sórdida guerra que se juega en otra parte: la de los intereses -cuando no privilegios- económicos, sobre cuya intangibilidad el nacionalismo impone sus pringosas necedades sentimentales de parvulario. Así fue siempre: dar nombre de lengua a un habla es alzar una mitología coherente, al final de la cual siempre existen beneficiarios: aquellos «imbéciles felices por haber nacido en algún sitio», contra cuyo letal peligro prevenía Georges Brassens en una hilarante canción de cuando yo era joven.
Muy pocas lenguas hoy tienen un horizonte laboral seguro: el inglés, por supuesto, y el chino casi en la misma media; el español, después; escasas otras. Y da casi pudor que un partido político, el PP, tenga que reivindicar la enseñanza del español en España. Y da algo que es muy corto llamar bochorno, constatar que eso le sea reprochado por el partido gobernante como una refinada variante de fascismo. Catalán y gallego son formas geográficamente restringidas de evolución del latín. Su área de uso e influencia es muy limitada. Su rentabilidad laboral, nula. El vascuence es una bella reliquia. Que debemos mimar como se mima a las Cuevas de Altamira. Empecinarse en hacer de su uso instrumento comercial cosmopolita es como armar un F18 con hachas de sílex. En una economía global, desterritorializada, todo aquel que renuncie a la posesión de una lengua vehicular universal está ya muerto antes de entrar en el duro combate del mercado. Una enseñanza monolingüe en catalán o en gallego o menorquín o valenciano -del vascuence, mejor ni hablo- es un deliberado suicidio.
Otra cosa está en juego. Porque cuando una necedad triunfa con tal aplomo es que bajo la necedad fluye algo de muy distinta envergadura: el mito de la nación, ese invento de la Europa moderna, que exige identificaciones simbólicas cuya invulnerabilidad sólo las leyendas de la lengua común blindan. Yo confieso estar ya tan hasta las narices de monsergas sobre pequeñas naciones y lenguas humilladas, que prefiero de buena gana afrontar el problema. Si una región -eso de autonomía no es más que una solemne cursilada- desea independizarse -más bien, si los ciudadanos de una nación desean independizarse-, sigamos el procedimiento perfectamente legal que la Constitución regula en su artículo 168:
«1.Cuando se propusiere la revisión total de la Constitución o una parcial que afecte al Título preliminar, al capítulo II, Sección primera del Título I, o al Título II, se procederá a la aprobación del principio por mayoría de dos tercios de cada Cámara, y a la disolución inmediata de las Cortes. 2. Las Cámaras elegidas deberán ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional, que deberá ser aprobado por mayoría de dos tercios de ambas Cámaras. 3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación».
No es, al fin, tan complicado. No, si todos aceptamos las reglas del juego.
Y se acabó. No hay tragedia. Ni siquiera drama. Independencia, sí. Pero completa. Bajo el principio básico, sobre el cual la regla del juego constitucional se funda: una nación, un mercado. Sin ninguna excepción, sin ningún privilegio. Y, de una maldita vez, dejemos ya de hablar de tonterías.

http://www.abc.es/20091230/opinion-firmas/esta-bien-tonterias-20091230.html

sábado, 12 de diciembre de 2009

Deserción en UPyD

Un centenar de afiliados, entre ellos algunos fundadores, anuncian su salida del partido
12.12.2009 - O. B.BILBAO.

Más de un centenar de afiliados de UPyD, entre ellos la mitad del consejo político fundador, se reunirá hoy en Madrid para escenificar su renuncia a la militancia en el partido que lidera Rosa Díez y hacer público el documento que trasladarán pasado mañana a la dirección para oficializar su dimisión. Los militantes que abandonan el barco pertenecen a la corriente crítica que salió derrotada del congreso celebrado hace tres semanas, en el que apenas llegaron al 20% de los apoyos, mientras que Díez refrendó su liderazgo con el 78% de los votos.
No obstante, los afiliados que solicitan la baja sostienen que, en realidad, sólo ha obtenido «el 29% del voto posible» debido a la alta abstención. «Antes tachábamos de ilegítimo el Estatuto catalán porque sólo lo había votado el 34% de los ciudadanos y ahora tiramos salvas porque la portavoz de UPyD ha sido elegida con tan sólo el 29% del voto de los afiliados», aseguran en su comunicado.
En el texto, en el que exponen las razones de su marcha, dicen dejar las filas de UPyD para no convertirse en «cómplices de un fraude a la sociedad» y porque, aseguran, tras su congreso constituyente la formación se ha convertido en «un partido más» distinto al que fundaron, con una gestión interna «de corte totalitario», sin «separación de poderes» y sin ningún órgano que controle al «todopoderoso consejo de dirección».
«Dado el nivel de la deriva y conscientes de que es imposible cambiar en la sociedad lo que somos incapaces de cambiar dentro del partido, abandonamos este proyecto», argumentan los firmantes, entre ellos Rodolfo Laiz, Gerardo Hernández Les, Juan Espino y Ramón Ibarrola.
«Advenedizos»
El grupo de críticos denuncia que la formación, que se declaraba transversal, «española, de una única nación, España» y pregonaba la transparencia, es ahora «de izquierdas, federalista y llama batasunos a los afiliados que piden el desglose de los gastos del partido». Además, creen que, tras una «purga interna de los mejores activos», se ha favorecido a «advenedizos sin escrúpulos». Según este colectivo, en el cónclave, que se celebró a puerta cerrada, la ejecutiva se negó a justificar gastos por valor de 1,7 millones.
Los integrantes de la corriente de oposición a Díez -parte de los cuales ha decidido permanecer en el partido para dar la batalla desde dentro- no descartan constituir una nueva plataforma, cuyo germen sería la escisión de UPyD, aunque son conscientes de las dificultades. «Hay personas dispuestas a devolverle a la sociedad la esperanza robada».
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20091212/politica/desercion-upyd-20091212.html