¡¡¡"Esto es la guerra..."!!!

La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnostico falso y aplicar después los remedios equivocados. GROUCHO MARX

domingo, 20 de abril de 2008

Primer compromiso electoral: un hombre, un voto

Nos comprometimos con los ciudadanos y ya lo hemos hecho: el pasado jueves presentamos en el Registro del Congreso de los Diputados una Proposición de Ley de Reforma de la Ley Electoral.


Ya habíamos anunciado en el Debate de Investidura que esta sería nuesta primera iniciativa legislativa; y así ha sido. Ahora toca el debate y que cada cual se retrate con sus argumentos y con su voto.

La Proposición que hemos presentado establece que se incrementará el número de Diputados hasta 400 (máximo contemplado en la Constitución); que la circunscripción territorial sean las Comunidades Autónomas (en coherencia con la estructura territorial que de la propia Constitución del 78 dimana; y que de los cuatrocientos Diputados 200 se elijan en circunscripción nacional. O sea, que cada ciudadano tendría en su mano dos papeletas: en una eligiría los candidatos a Diputado que se presentan en su circunscripción autonómica y en otra eligiría a los que se presentan por la circunscripción nacional.

El sistema que proponemos garantiza una proporcionalidad mucho mayor que la actual, da estabilidad al sistema y permite a los ciudadanos discriminar incluso a la hora de elegir a sus representantes en una misma convocatoria electoral, puesto que les da más opciones para elegir. Nos parece una propuesta equilibrada; pero el sistema electoral es discutible. Hay otras muchas formulas y estamos abiertos a debatir sobre todas ellas siempre que garanticen igual o mejor que nuestra propuesta el objetivo: la igualdad del voto del ciudadano, al margen de la parte de España en la que viva y de la opción electoral que elija. Porque eso es lo que no es negociable.

Me interesa mucho destacar que este debate tiene como destinatarios a los ciudadanos. No somos los partidos políticos los que más perdemos con la aplicación de la Ley actual, injusta y desigualitaria. Es el voto, la voluntad de cada uno de los ciudadanos, lo que sale distorsionado por la aplicación de nuestra vigente Ley Electoral. Se trata de que se cumpla el artículo 23 de la Constitución en el que se establece que todos los ciudadanos tienen derecho a eleigir y ser elegidos en igualdad de condiciones. Cuando ese derecho se vulnera (como es el caso) a los partidos políticos y/o a los candidatos se nos vulnera un derecho pasivo: el de ser elegidos en igualdad de condiciones. Pero al ciudadano se le vulnera su derecho activo a elegir en las mismas condiciones que su vecino. Lo más injusto no es que UPyD tenga un escaño mientras el PNV --con menos votos-- tiene seis; lo más injusto es que el voto de mi vecino --que vota PNV-- valga seis veces más que el mío.


Bueno, pues el debate está servido. En concreto y en el Parlamento, donde se hacen y se cambian las leyes. He aquí una buena ocasión para que los que se reclaman los "campeones de la igualdad" lo demuestren. Nada más igualitario que garantizar que todos los ciudadanos somos iguales ante la ley; y si nuestro voto no vale lo mismo, pues no hay igualdad que valga. A retratarse toca, señores (y señoras, que nadie se asuste...).


Rosa Díez

1 comentario:

Anónimo dijo...

Queda mucho trabajo pero ya se adivina el camino. TODOS tenemos que hacer algo. Cada granito de arena es importante y muy necesario.