Sin Filosofía, la escuela se vacía

Escribe Xabier Torrado, profesor de Filosofía, en El Correo Gallego el 27 de Abril de 2008.

El nuevo decreto del Bachillerato remata la faena iniciada por el Decreto de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO). Nuestros adolescentes disfrutarán de mini-asignaturas para completar sus estudios de Bachillerato, estudios de deberán prepararlos para el acceso a la Universidad.
Pero no se preocupen, ya que al parecer, también las universidades tendrán que rebajar sus expectativas docentes siguiendo el Plan Bolonia que reducirá las 'licenciaturas' a 'diplomaturas' (3 años). Sólo algunos disfrutarán de programas de especialización y doctorado. Al resto de los españolitos les llegará con una mano de pintura universitaria.

A pesar de las deficiencias que presenta la Enseñanza Obligatoria siempre habíamos concentrado los esfuerzos en los dos años del Bachillerato para tratar de suplir estas dificultades antes de que nuestros alumnos abandonen el instituto para acceder a la Universidad; pero ahora, al parecer, ni siquiera esta etapa educativa se salvará. La Filosofía se reducirá a 2 horas semanales y la Educación Física a 1 hora (ni ducharse a gusto).
¿Saben cuál es el nombre que recibe una materia con esta carga lectiva? MARÍA. ¿Saben por qué? Porque son esas materias que nadie prepara y que terminan siendo una línea en el expediente académico en la que nadie repara ni aunque su calificación sea sobresaliente. ¡Bah, aprobar Filosofía y Ciudadanía no tiene mérito!
Los políticos parecen ocupados en casi todo menos en romperse la cabeza diseñando una enseñanza de calidad para los futuros ciudadanos? ¿y saben por qué?
Porque cuando los ciudadanos disfrutan de espacios para la formación y la reflexión son capaces de pensar por sí mismos y son autónomos y son libres de tutela ajena. Y eso a nuestros políticos ¡parece asustarles!
Quizás tendríamos que limitar los programas didácticos a una lista más o menos selecta de vídeos en YouTube y ahorrarnos todos los quebraderos de cabeza y el presupuesto que nos gastamos en la educación de nuestros hijos.
Un poquito de 'Educación para la Ciudadanía' (a los 13 añitos) mucha Historia y Cultura de las Religiones para saber de todo un poco, una horita de Ética-Cívica al finalizar la ESO para cubrir las vergüenzas de lo que llaman 'educación en valores' y cuando tenemos a un joven a punto de alcanzar la mayoría de edad jurídica conviene reducirle las horas para pensar: no vaya a ser que las utilice sabiamente y se convierta en un ciudadano ejemplar. La receta nunca falla: cuanto más superficial es la educación inicial de un joven más sencillo será que algunos ciudadanos alcancen altos cargos en la República

Platón se lo sabía de memoria y denunciaba la demagogia como corrupción de la democracia ateniense que había condenado a muerte a un hombre bueno: Sócrates.

Esto es lo que nos estamos jugando: una educación de calidad que permita adquirir nociones de justicia a los futuros ciudadanos. ¡Cada palo que aguante su vela!