El que la gente se siga sorprendiendo ante la sinceridad y la honestidad de un político (política en este caso) es el síntoma más claro de que llevábamos demasiados años escuchando el mismo discurso desde las mismas bocas. Y aunque ya duró mucho tiempo, ese tiempo se acabó. Ya estamos aquí y esta es nuestra bandera. Vamos de cara y ni nos vendemos ni nos regalamos. Y tú... ¿vas a hacer algo?
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